Se trata de Grindavik, en el suroeste de la isla europea. Hay un corredor de magma de 15 kilómetros que se extiende hasta el océano Atlántico.
Todas las carreteras de acceso a Grindavik permanecieron cerradas el lunes debido a los continuos sísmos provocados por la actividad volcánica en la zona.
La ciudad de Grindavik, en el suroeste de Islandia y donde residen unas 4.000 personas, fue evacuada este fin de semana debido a los temores de una posible erupción volcánica, informaron el sábado las autoridades de protección civil.
Antes, Islandia había declarado el estado de emergencia después de que una serie de fuertes terremotos sacudieron el suroeste de la península de Reykjanes, una situación que podría preceder a una erupción volcánica cerca de Sundhnjukagigar, a unos tres kilómetros al norte de Grindavik.
Según la Oficina Meteorológica de Islandia, el lunes se produjeron hasta 900 sísmos, cifra similar a la de días anteriores.
La carretera de Nesvegur, que los servicios de emergencia habían estado utilizando para acceder a Grindavik, sufrió graves daños debido a la actividad sísmica y quedó intransitable, de acuerdo a la Administración Islandesa de Carreteras, que aseguró que se necesitarán reparaciones “extensivas”.
Desde el el Imperial College de Londres resaltaron que “podría volverse explosivo si el magma interacciona con el agua del mar” ya que existe un corredor de magma de 15 kilómetros de largo se extiende ahora desde el noroeste de Grindavík hasta el océano Atlántico, según la Agencia de Protección Civil local.
La actividad sísmica y los flujos subterráneos de lava se intensificaron en la península de Reykjanes, cerca de la capital, Reikiavik, durante el fin de semana, lo que llevó a las autoridades a evacuar a casi 4.000 personas de Grindavik el sábado.
La probabilidad de una erupción seguía siendo alta a pesar de la disminución de la actividad sísmica, según informó el martes el Instituto Meteorológico de Islandia en un comunicado.
“Una menor actividad sísmica suele preceder a una erupción, porque se ha acercado tanto a la superficie que no puede acumular mucha tensión para desencadenar grandes terremotos”, dijo Rikke Pedersen, que dirige el Centro Volcanológico Nórdico con sede en Reikiavik.
“Si entra en erupción bajo el mar, podría causar una erupción surtseyana similar a la que ocurrió en 1963, también en Islandia, y creó la isla de Surtsey. Esa erupción en concreto duró varios años, así que es una posibilidad”, remarcó Michele Paulatto, investigador del colegio en cuestión.
La mayoría de los animales domésticos y de granja habían sido rescatados de Grindavik el lunes por la noche, según la organización benéfica Dyrfinna.
Se estima que en estos momentos el magma se encuentra a unos 800 metros bajo la superficie.
A medida que se hace más evidente la amenaza inminente de una erupción volcánica en Islandia, los habitantes de Grindavik, un pueblo amenazado, han regresado a sus casas para salvar sus pertenencias.
Tan solo objetos de valor y artículos de primera necesidad, no hay tiempo para más. En las últimas semanas, Grindavik ha sido escenario una serie de pequeños terremotos, por lo que el solo hecho de poder volver momentáneamente a sus hogares es algo que muchos agradecen.