El último documento del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA revela un deterioro sustancial de la fuerza laboral en el país.
Un contundente informe deja en claro que, más allá del relato oficial, desde 2010 los trabajadores perdieron capacidad de compra, cayó la calidad del empleo en los niveles socioeconómicos más humildes y creció la cantidad de gente sin aportes al sistema de la seguridad social.
Según el estudio del Observatorio para la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), aumentó la cantidad de trabajadores que son pobres, sobre todo aquellos sin escuela secundaria completa, y descendió la cantidad de personas con empleo pleno.
A lo largo de los últimos 20 años la Argentina consolidó la matriz de lo que hoy se considera el crecimiento del “trabajador pobre” y en las últimas dos décadas la mitad de la población urbana laboralmente activa afrontó algún tipo de problemática vinculada a la calidad de su inserción laboral.
No sólo esto. El poder adquisitivo de los trabajadores formales se vio altamente deteriorado ya que cayó en más de 20 puntos el salario real. Y para los “trabajadores pobres” la situación fue mucho peor: en términos mensuales, estos trabajadores ganan alrededor de 30% menos que el promedio de la fuerza laboral ocupada.
Según el estudio, aproximadamente la mitad de la población urbana activa ha enfrentado problemas relacionados con su empleo. Además, los números indican que los trabajadores pobres ganan alrededor de un 30 por ciento menos que el promedio de la fuerza laboral ocupada.
El empleo en el sector secundario o no regulado se ha convertido en una preocupación primordial, afectando a casi una cuarta parte de la fuerza laboral activa del país. En este sector, aproximadamente el 70 por ciento de los ocupados se encuentran en situaciones laborales precarias o con ingresos por debajo de la línea de indigencia.
A pesar de que la tasa de desempleo ha disminuido en los últimos años, ha surgido un aumento del trabajo marginal y del empleo informal, representando alrededor del 74 por ciento del empleo en Argentina.
El informe también destaca la ineficiencia de los programas de asistencia social para combatir la pobreza entre los trabajadores. Se señala la necesidad de abordar la calidad de los empleos y la pobreza de los ocupados como problemas estructurales.
Para realizar el estudio, la UCA se basó en datos estadísticos del INDEC, y utilizó la Encuesta Permanente de Hogares para analizar la incidencia de la pobreza y la indigencia. Sin embargo, es importante destacar que los datos corresponden al período analizado hasta el 2022 y no reflejan la situación actual del país.