Dio luz verde a la propuesta del presidente, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, y censuró algunos puntos menos controvertidos.
El Consejo Constitucional francés validó este viernes las medidas clave de la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, una decisión que desató una respuesta inmediata de rechazo en las calles tras meses de protestas.
La decisión fue acogida con abucheos por parte de los manifestantes congregados en la plaza del Ayuntamiento de París. Poco antes corearon: “Constitucional o no, esta ley no la queremos”, “Continuaremos hasta su retirada” y “Fuera Macron”, constató la agencia de noticias AFP.
El Constitucional validó el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, pese al constante rechazo desde enero de los sindicatos y de una mayoría de franceses, según los sondeos.
Los nueve “sabios” de la institución rechazaron además una solicitud de la oposición de izquierda de convocar un referendo para limitar la edad de jubilación a 62 años, una medida que podría haber reconducido el conflicto social.
Aunque el Consejo Constitucional anuló partes de la reforma, como la obligación para las grandes empresas de comunicar cuántos trabajadores de más edad tienen contratados, la validación de los puntos clave de la ley reconforta al gobierno.
“Si hay censura de ciertos puntos (…) pero no de los 64 años, entonces no servirá para resolver el conflicto social”, había advertido el viernes por la mañana el líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger.