Si bien el Banco Mundial aumentó ligeramente sus perspectivas de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe para 2023, y aseguró que la región crecerá un 1,4 %, según su nuevo informe de perspectivas regionales publicado este martes, los datos referidos particularmente a Argentina no son alentadores.
De acuerdo al informe, Argentina atraviesa una crisis económica que da como resultado que las perspectivas no sean positivas. Además, por la pérdida de reservas del Banco Central, el Gobierno frena la salida de divisas en importaciones, pero también la creciente inflación y la sequía que pega duro en la producción son factores que, según las proyecciones de los organismos multilaterales y consultoras privadas, podrían provocarle una caída de hasta U$S20.000 millones en exportaciones agrícolas en la cosecha de este año.
Esos datos provocaron que las metas de 2% de crecimiento del PBI que el propio Gobierno y entidades como el FMI y el Banco Mundial habían trazado para este año no se puedan cumplir.
Si bien el Banco Mundial, a nivel general, asegura que en 2024 y 2025 el crecimiento se mantendrá en el 2,4 %, en su informe sostiene que “los vientos en contra cobran impulso y las perspectivas para el año son mucho más sombrías que en 2022”.
Luego agrega que los países latinoamericanos demostraron “ser relativamente resilientes ante el aumento del estrés de la deuda, la inflación persistente y la incertidumbre en torno a la invasión rusa de Ucrania”. En ese marco es que dio a conocer que Argentina, junto a Chile y Colombia, son los países cuyas estimaciones “más han empeorado”.