Alemania quedó conmocionada después de que un hombre armado matara el jueves a seis personas, así como a un bebé en gestación, en un centro de los Testigos de Jehová en Hamburgo, antes de apuntarse a sí mismo con el arma al tiempo que la policía irrumpía en el edificio.
Un tiroteo en un centro de los Testigos de Jehová la noche del jueves en la ciudad alemana de Hamburgo dejó ocho muertos, entre ellos el atacante, indicó la policía este viernes.
El atacante huyó a la primera planta del edificio después de que la policía irrumpiera y “se suicidó”, indicó el ministro regional de Interior, Andy Grote.
“Philipp F. era un exmiembro” de los Testigos de Jehová, dijo a la prensa un alto mando de la policía, quien agregó que abandonó la comunidad hace unos 18 meses, “aparentemente no en buenos términos”.
Armado de un revólver, mató a cuatro hombres y dos mujeres de 33 y 60 años, una de ellas embarazada de siete meses y cuyo bebé se cuenta como víctima mortal, precisaron las autoridades. Ocho personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad.
La rápida llegada de las fuerzas de seguridad, que interrumpieron la masacre, permitió evitar un balance de muertos más elevado, sostuvieron. Se desconocen los motivos del ataque perpetrado por el sospechoso, de 35 años. “No hay indicios de contexto terrorista” detrás de la matanza, dijo un representante de la fiscalía de Hamburgo.
El hombre, que no tenía antecedentes penales y podría haber padecido de trastornos psiquiátricos, “alimentaba una rabia contra los miembros de congregaciones religiosas, en particular contra los Testigos de Jehová”, explicó la policía.
Ralf Martin Meyer, jefe de la policía de Hamburgo, dijo que se estaba investigando el estado mental del sospechoso, y añadió que era posible que padeciera una enfermedad mental. Meyer dijo que estaba en posesión legal de una pistola semiautomática desde diciembre de 2022. Durante el ataque, el pistolero disparó nueve cargadores de munición.
Líderes religiosos y políticos enviaron mensajes de condolencia, incluido el canciller alemán, Olaf Scholz, quien denunció el “brutal acto de violencia”.
Las leyes de control de armas en Alemania se han endurecido aún más en los últimos años tras varios tiroteos. En 2003 se introdujo una nueva Ley de Armas tras un tiroteo en una escuela de Erfurt que se saldó con 16 muertos.
En enero de 2022, al menos una persona murió después de que un hombre abriera fuego contra estudiantes en un aula de la Universidad de Heidelberg, en el suroeste de Alemania.
Y en 2020, un tiroteo masivo en dos bares acabó con la vida de varias personas.