La naranja, tal como la conocemos, podría cambiar para siempre. Wilson, la marca de los balones de la NBA, ha estado trabajando y experimentando sobre el elemento principal del básquet.
Se trata de una pelota que no necesita ser inflada. La empresa estadounidense la nombró, Airless Prototype, está impresa en 3D con materiales aún en investigación.
La Airless puede replicar el rebote de una bola de básquet tradicional. Es un esférico con pequeños agujeros hexagonales que permiten que el aire pase libremente. Cuenta con ocho lóbulos en forma de panel y una estructura de costura familiar, las rayas negras que dividen todo balón.
Como el mismo nombre del proyecto lo indica, se trata de un prototipo. Aún se encuentra en fases de desarrollo. La empresa busca que, una vez este 100% probado, el balón pique en todas las canchas del mundo, en las de la NBA principalmente.
En la liga estadounidense ya tuvo una tímida presencia, quizá desapercibida. Fue durante el Concurso de Volcadas del último Fin de Semana de las Estrellas. En dicha competencia, todas las cámaras enfocaron –merecidamente- la actuación de Mac McClung, quien fue el ganador, pero fue Kenyon Martin Jr quien presento la innovación de Wilson. Fue el jugador de los Rockets quien hizo una volcada con este balón de color negro. Su padre, Kenyon Martin Sr, le dio la asistencia, haciendo rebotar la pelota de agujeros contra el tablero.