El ministro de Defensa, Jorge Taiana, reabrió la X Brigada Aérea de Río Gallegos para “vigilar y controlar” el espacio aéreo argentino en el sur del país.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, reabrió la X Brigada Aérea de Río Gallegos y desplegó aviones de combate Pampa III que se ocuparán de “vigilar y controlar” el espacio aéreo argentino en el sur del país, las Islas Malvinas y la Antártida.
Según se anunció oficialmente, la incorporación como dotación permanente de los aviones militares en la base área era algo que no sucedía desde 1996 y apunta al objetivo de que Argentina tenga “la capacidad ofensiva y disuasiva que corresponde a un país de su dimensión”.
Acompañado por el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Xavier Issac, el ministro Jorge Taiana aseguró en el acto que es “una necesidad desplazar hacia el Sur fuerzas con capacidad de combate” para “cubrir una parte de nuestro territorio que de otra manera quedaba sin respuesta rápida por parte de nuestro instrumento militar aéreo”.
Acerca de los fundamentos de esta presencia militar, Taiana vinculó la decisión con la visión que tiene el Gobierno sobre Argentina “en donde el Atlántico, las islas (Malvinas) y la Antártida, son un componente esencial para el desarrollo del país”.
“Tenemos que trabajar para esa Pampa Azul, para que esa Argentina que ha dado unas dimensiones colosales gracias a la Convención del Derecho del Mar que ha permitido extender el límite exterior de la plataforma continental y que nos lleva al desafío de mantener la presencia, de vigilar y controlar nuestros espacios y de tener la atención puesta en un desarrollo científico, tecnológico y de Defensa que esté a la orden de lo que viene”, remarcó el ministro.
Anteriomente, las aeronaves IA-63 Pampa III tenían su asiento en la VI Brigada Aérea en la ciudad bonaerense de Tandil Buenos Aires. Por lo tanto, la decisión de la cartera castrense implica un reubicamiento del material bélico y del personal destinado a emplearlo en la X Brigada Aérea de Río Gallegos. En el Ministerio de Defensa consideraron este hecho como un hito en la recuperación de capacidades bélicas, luego de casi 30 años sin aviones de combate en esa zona.
Se prevé en el corto plazo, el despliegue de helicópteros aptos para el sostén logístico antártico y para los servicios de búsqueda y salvamento militar.
Con esta reubicación permanente, y sumado a los medios de vigilancia y control y los de transporte aéreo militar ya asentados en esta histórica unidad, la Fuerza Aérea Argentina recupera así presencia en los cielos australes, garantizando el efectivo control del espacio aéreo y conectando la isla de Tierra del Fuego con el continente en forma ininterrumpida y autónoma.