El ministro de Interior de Turquía advirtió que las próximas 48 horas iban a ser “cruciales” para encontrar sobrevivientes del sismo, que llevó a Ankara a decretar siete días de luto nacional.
Según el último balance de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), los muertos en Turquía ascienden a 6.957 muertos, mientras que en Siria se habla de una cifra de 2.547 muertos, de los cuales 1250 se hallaron en zonas controladas por el Gobierno y 1297 en zonas rebeldes, aseguró el ministro de Salud, Hassan Ghabbash.
Los voluntarios de protección civil en las zonas rebeldes indicaron que el número debe “subir considerablemente porque cientos de personas siguen atrapadas bajo los escombros”.
El epicentro del sismo se ubicó en la provincia de Kahramanmaras, a 600 kilómetros de la capital de Turquía, Ankara. Según el observatorio Kandilli de la Universidad del Bósforo (Estambul), se trata del sismo con mayor cantidad de muertos desde 1999 en Izmit, el cual dejó un total de 17.000 fallecidos.
El presidente de Estados Unidos Joe Biden, por su parte, le prometió a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, “toda la ayuda necesaria, sea la que sea”.
La Casa Blanca anunció el envío de 79 socorristas y el gobierno de China anunció una ayuda de 5,9 millones de dólares, que incluirá equipos especializados en el socorro en entornos urbanos, equipos médicos y material de urgencia.
Según Erdogan, 45 países ofrecieron sus aportes a los dos países afectados por el sismo de más de siete puntos.