Cerca de 50 personas han fallecido en los últimos días en Estados Unidos por el impacto de la gélida tormenta Elliot, que ha dejado intensas nevadas y vientos huracanados en gran parte del país, provocando las Navidades más frías de las ultimas décadas.
La masa de aire ártico que genera temperaturas extremas afectó ya a 240 millones de personas, es decir, el 70% de la población total de Estados Unidos, justo en el momento en el que muchos ciudadanos se movilizan desde un estado hacia otro para celebrar la navidad y el fin de año. La Asociación Automovilística Estadounidense había estimado que 112 millones de personas planean viajar a 80 kilómetros o más de sus casas entre este viernes y el 2 de enero.
El condado de Erie, el más afectado por la nieve y el frío
Mark Poloncarz, responsable del condado de Erie donde fallecieron siete personas, calificó a los últimos días como “una gran catástrofe” y detalló cómo se ven afectados los habitantes: “Hay personas atrapadas en sus autos desde hace más de dos días y otras en casas con temperaturas bajo cero”.
Según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, la nieve se acumuló en 109 centímetros y los autos fueron cubiertos en casi dos metros, lo que provocó la prohibición de viajar al condado de Erie durante el fin de semana.
“Tenemos siete muertes confirmadas en este momento como resultado de la tormenta en el condado de Erie. Puede haber más”, dijo Poloncarz a los periodistas. “Hay personas atrapadas en sus autos desde hace más de dos días y otras en casas con temperaturas bajo cero”, advirtió.
Aún se esperaba que cayeran entre 30 y 60 centímetros de nieve durante la noche, según el último boletín del Servicio Meteorológico Nacional.
El alcance de la tormenta ha sido casi sin precedentes, extendiéndose desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el río Grande (río Bravo) a lo largo de la frontera con México.
Elliot provocó miles de retrasos aéreos y la cancelación del 20 % de los vuelos en la víspera de Nochebuena y Navidad, cuando miles de personas intentaban reencontrarse con sus familias.
En varias ciudades de la costa este e incluso del estado de Florida, los termómetros marcaron mínimas que no se veían desde las Navidades de 1983.
La ciudad de Nueva York vivió el día de Navidad una temperatura mínima de 10,5 °C bajo cero, algo no visto desde 1872.
Washington, la capital estadounidense, estuvo a 10 °C bajo cero, la Navidad más fría desde 1983, y los termómetros en Tampa, en Florida, bajaron de los cero grados, algo que no ocurría desde 1966.