Ocurrió este sábado por la noche en “Las 1008” viviendas de Comodoro. Ingresaron a un departamento en donde viviría la familia del acusado, pero no lo hallaron. La Policía reprimió a vecinos que arrojaron piedras.
El sábado por la noche un grupo de personas se presentó en el barrio 30 de octubre buscando al presunto abusador de niños. En el edificio debieron evacuar a los moradores, ante la insistencia del grupo de que el docente de música se encontraba resguardado en ese lugar, donde residirían familiares del mismo.
Efectivos policiales negaron tal situación, pero en medio de corridas los manifestantes aseguraron que no se iban a retirar del lugar hasta que corroboraran que el sospechoso no estaba allí.
La situación fue violenta, confusa y generó pánico en muchos vecinos, ya que hubo disparosde armas de fuego,corridas e ingresos a uno de los edificios que componen “Las 1008”.
Sobre las 19 del sábado, algunos padres de alumnos del Jardín 406 decidieron reunirse para llegar en grupo al barrio donde habita el acusado, un profesor de música. Un llamado alertó a la Policía sobre la posibilidad de que se produjeran incidentes, ese llamado indicaba que en dicho sector de la barriada estaría presente el profesor acusado de más de 40 casos de abuso sexual.
El edificio en donde presuntamente se hallaba el acusado se volvió un lugar de choque con los efectivos policiales de la Seccional Quinta, que se vieron superados y tuvieron que solicitar apoyo a Infantería, Sección Motos y el resto de las dependencias de la ciudad. Además se hicieron presentes autoridades policiales para dialogar con los más enfurecidos y llegar a un buen término.
Las personas presentes estaban alteradas y comenzaron a ingresar al departamento donde estaría el profesor por las ventanas. Tras algunos minutos y consensuar con el jefe de la Seccional Quinta y vecinos del resto de los departamentos, decidieron realizar una verificación completa con resultados negativos. Ya sabiendo que el sujeto no se encontraba en el lugar, mientras algunos padres recorrían el edificio, otro grupo de personas que serían del barrio comenzaron a arrojar piedras a la Policía solicitando que entreguen al buscado. La Policía decidió reprimir con balas de goma para disuadir a los violentos y luego de unos minutos todos se dispersaron y volvió la calma.