Joaquín Román Centeno, de 11 años, estaba junto a sus amigos cuando el palito de la golosina se rompió y se ahogó con el caramelo.
Una nueva tragedia sin explicaciones tomó lugar en Castelar cuando un nene de 11 años falleció al comer un chupetín. El mismo estaba en una matiné de la zona, la que se realiza en el club El Porvenir, cuando sintió que se le rompió el palito de la golosina. En consecuencia, la pelota de caramelo se el depositó en el fondo de su garganta y murió ahogado.
La víctima fue identificada como Joaquín Román Centeno y en cuanto comenzó a sentirse con poco oxígeno sufrió una descompensación. Las autoridades del establecimiento los asistieron como pudieron y enseguida llamaron a una ambulancia. Los médicos lo trasladaron hasta el Hospital de Morón donde pasó sus últimos momentos con vida.
Las autoridades médicas fueron las que tuvieron que contactar a los padres para comunicarles el deceso de su nene, quienes decidieron abrir una investigación. Según reveló el diario Primera Plano Online se está analizando las circunstancias previas al ahogamiento, y se decidió que se va a efectuar una autopsia en el cuerpo de la víctima.