La Argentina se abstuvo de votar una resolución presentada por Estados Unidos en el Consejo de Derechos Humanos. Fue rechazada por 19 votos a 17, con 11 abstenciones.
Ante la ONU, el canciller Santiago Cafiero no acompañó la discusión que impulsaba Estados Unidos. Cuba, Venezuela, Bolivia y otros 16 países rechazaron el planteo.
Así lo definió el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, quien salió “indemne” tras pasar por una encrucijada política: Estados Unidos apoyó al gobierno de Alberto Fernández en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que China no dudó en consolidar un swap por 18.500 millones de dólares cuando el Presidente se lo pidió a Xi Jinping.
El proyecto de Estados Unidos se basa en un informe del Alto Comisionado de la ONU que revela la persecución sufrida por la minoría uigur a manos del régimen comunista liderado por Xi Jinping. El dossier fue redactado bajo supervisión de la chilena Michelle Bachelet, quien fuera alta comisionada.
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos denunció a finales de agosto “graves” abusos en la región de Xinjiang y alertó de la posible comisión de crímenes contra la humanidad. El Gobierno chino, sin embargo, sostiene que no discrimina a poblaciones como los uigures, de mayoría musulmana.
El gobierno de Xi Jinping recibió el apoyo de sus aliados tradicionales, como Cuba y Venezuela, pero también de Pakistán e Indonesia, dos grandes países musulmanes, así como de países africanos. Otros países latinoamericanos que se abstuvieron fueron Brasil y México.
La abstención de la Argentina se da en un momento en que el gobierno se acerca a China con la adhesión a la “nueva Ruta de la Seda” y el pedido de adhesión al grupo de los BRICS.
Esta es la primera vez en la historia del Consejo de Derechos Humanos, establecido en 2006, que un proyecto de decisión se refiere a China.