Estados Unidos acusa a China de tibieza ante la invasión rusa. Para Pekín, Washington y la OTAN son responsables de la escalada.
La administración de Biden ha emitido advertencias de que Beijing enfrentaría graves consecuencias si brinda apoyo bélico a Putin
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantendrá una llamada este viernes con el líder chino, Xi Jinping, luego de que Washington advirtió que China estaba considerando brindar apoyo militar a la invasión rusa de Ucrania, un paso que ampliaría drásticamente la brecha entre Beijing y Occidente.
La llamada, anunciada por primera vez por la Casa Blanca el jueves, llega en un momento crucial en las relaciones entre Estados Unidos y China y en Ucrania, donde las fuerzas locales, muy superadas en número, han impedido que Moscú capture alguna de las ciudades más grandes del país hasta el momento.
La administración de Biden ha emitido advertencias públicas y privadas de que Beijing enfrentaría graves consecuencias si brinda apoyo material a la guerra del presidente ruso Vladimir Putin.
“El presidente Biden hablará hoy con el presidente Xi y dejará claro que China asumirá la responsabilidad de cualquier acción que tome para apoyar la agresión de Rusia, y no dudaremos en imponer costos”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en una rueda de prensa.
Blinken dijo que China tenía la responsabilidad de usar su influencia con Putin y defender las reglas internacionales, pero que parecía que Beijing estaba “moviéndose en la dirección opuesta”.
“Nos preocupa que estén considerando ayudar directamente a Rusia con equipo militar para usar en Ucrania”, dijo, confirmando oficialmente por primera vez los informes de principios de semana de que los funcionarios estadounidenses creían que China había señalado su voluntad de proporcionar a Moscú tal apoyo.
Blinken no dio más detalles sobre cuáles podrían ser los costos para China, y Washington aún no ha ofrecido evidencia de la afirmación de que China ha señalado su voluntad de ayudar a Rusia. Moscú ha negado haber pedido ayuda militar a China, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha calificado la idea de “desinformación”.