“¡Mátenme!” gritó al darse cuenta que perdía a su bebé en una cesárea de urgencia. Media hora después, ella también fallecía. Su imagen durante la evacuación del hospital dio vuelta al mundo.
La mujer embarazada que fue fotografiada siendo evacuada de un hospital pediátrico y maternidad bombardeado por Rusia en Mariúpol, al sureste de Ucrania, la semana pasada murió junto con su bebé, según reportes de los medios internacionales.
En videos y fotografías tomadas el miércoles por periodistas de la agencia estadounidense AP, después del brutal ataque contra la maternidad, se pudo ver a la mujer acariciando la parte inferior de su abdomen ensangrentado mientras los rescatistas la transportaban entre los escombros.
Su rostro pálido reflejaba su conmoción y gravedad de las heridas.
La joven fue trasladada de urgencia a otro hospital que estaba más cerca de la línea del frente de batalla. En una tensa secuencia que duró alrededor de 40 minutos, los médicos intentaron salvar al bebé y a la madre, pero no tuvieron éxito.
El bombardeo de las fuerza rusas hirío de gravedad a la mujer y a su bebé. Según el cirujano Timur Marin que asistió la víctima, la pelvis de la mujer fue aplastada y su cadera estaba desencajada. Ante semejante escenario, los médicos decidieron practicar una cesárea para sacar al bebé, pero no mostraba “signos vitales”. Entonces, resolvieron centrarse en salvar a la madre. “Más de 30 minutos de reanimación en la madre no dieron resultado”, dijo Marin el sábado y agregó que “ambos murieron”.
Debido el caos que provocó al ataque aéreo del miércoles, los médicos no alcanzaron a registrar el nombre de la mujer antes de que su esposo y su padre acudieran a recoger su cuerpo. Al menos alguien acudió a buscarla, indicaron, de modo que no acabó en una de las fosas comunes que se está cavando para muchos de los muertos en Mariúpol.