La invasión rusa de Ucrania continúa con ataques cada vez más contundentes en la sexta jornada de guerra.
Las tropas rusas han vuelto a bombardear intensamente la segunda ciudad del país, Járkov, donde un proyectil ha caído junto a la sede del Gobierno regional y se ha golpeado a barrios residenciales. Es el ataque más destructivo desde que comenzó la guerra.
Los ejércitos también combaten en el sur-este, en Jersón, junto a la desembocadura del río Dníeper, y en Mariúpol. Esta zona es decisiva para Rusia: quiere enlazar territorialmente los territorios prorrusos de Lugansk y Donetsk (al este, en la región del Donbás) con la península de Crimea (sur), que se anexionó unilateralmente en 2014.
El otro “objetivo clave”, como ha recordado el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, es Kiev. La capital aún resiste, pero allí Vladímir Putin ha redoblado la ofensiva con el bombardeo de una torre de comunicación y la llamada a la evacuación de civiles.
Mientras avanza sobre la ciudad de Járkov y la delegación rusa asegura que está lista para reanudar las conversaciones sobre la guerra con funcionarios ucranianos el miércoles en la noche, las tropas de Vladimir Putin se apoderaron de mayor planta de energía nuclear ucraniana, Zaporizhzhia.
Las fuerzas ucranianas aseguran que ya mataron a 5.800 soldados rusos.Enuin nuevo día de la invasión rusa en Ucrania, siguen los combates en varias ciudades del país. Mientras que las tropas del Kremlin ya entraron a la ciudad de Jarkov, los enfrentamientos se mantienen también en la capital, Kiev. Sin embargo, las fuerzas invasoras se enfrentan a una fuerte resistencia, frustrando las esperanzas rusas de una victoria rápida.