Donald Trump reivindicó la victoria en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, denunció un “fraude” electoral sin aportar pruebas y amenazó con recurrir al Tribunal Supremo para detener el recuento de votos.
Por su parte su rival Joe Biden pidió paciencia hasta tener los resultados finales. El resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos se mantiene pendiente de un puñado de votos. Todo depende del resultado en estados clave del “cinturón oxidado” como Wisconsin, Michigan y Pensilvania.
“Iremos a la Corte Suprema, queremos que pare la votación”, dijo Trump de madrugada, aunque no queda claro qué tipo de demanda podría presentar. Las oficinas de votación ya cerraron, pero seguirán contabilizando votos enviados por correo hasta el martes 3, como permite la ley y como ha sucedido innumerables veces en elecciones pasadas.
La campaña del candidato demócrata, Joe Biden, describió la declaración de Trump como “indignante, sin precedentes e incorrecta” y avisó que su equipo legal está “listo para actuar” si el presidente trata de detener el recuento.
Trump acusó asimismo a Biden de intentar “robar” la votación, en un tuit que inmediatamente fue etiquetado como “engañoso” por Twitter.
Antes, desde su feudo de Wilmington, Delaware, Biden se declaró “optimista”, sostuvo que estaba “en camino” de lograr la victoria, y pidió paciencia a la población.
“¡Mantengan la fe, ganaremos!”, prometió el exvicepresidente de Barack Obama frente a simpatizantes congregados en sus automóviles. “Esto no se acaba hasta que cada voto sea contado”, añadió.
Como era de esperar, los dos se aseguraron estados en los que ya contaban ganar: Alabama, Arkansas, Indiana, Kentucky y Tennessee, entre otros, fueron para Trump, mientras Biden se alzó con Illinois, Virginia, Nueva York, Maine, Colorado, Delaware y Washington