jueves, 28 marzo, 2024

Un detenido por «pornovenganza», violencia de género y abuso sexual hacia su ex pareja.

Difundía videos sexuales de su ex pareja en redes sociales, que era sometida a los requerimientos sexuales del ahora detenido.

La División Policial de Investigaciones (DPI) realizó un allanamiento en una vivienda de la calle Francisco Jordán Cruz, en Kilómetro 14, y detuvo a un sujeto denunciado por «pornovenganza» y otros delitos graves, entre ellos violencia de género y abuso sexual hacia su ex pareja.

Jesús Emanuel Caruso (39) no se la hizo fácil a los sabuesos policiales que le cayeron
a eso de las 10 de la mañana. En todo momento intentó evitar que se llevara a cabo
la diligencia judicial y en un descuido de los policías, se subió a su automóvil Ford Fiesta Kinetic patente OWH 929 e intentó darse raudamente a la fuga.
No le fue para nada bien ya que en su disparada, terminó chocando contra dos
vehículos estacionados en los alrededores y pertenecientes a vecinos de la cuadra.

El hombre había sido denunciado por crear perfiles falsos de su ex pareja, en los que ofrecía distintos servicios sexuales: de ello se desprende que también había circulado videos a través de las redes sociales, en los que la víctima había sido grabada en momentos de intimidad. La denuncia también indica que esta última era sometida a los requerimientos sexuales del ahora detenido.
En la vivienda incautaron dispositivos almacenamiento digital, entre ellos pendrives, una CPU, una decena de teléfonos celulares, un disco rígido de 320 GB, una notebook, una tarjeta de memoria micro SD, una tablet, unacámara digital, 28 DVDs y 8 CDs. Como si ello fuera poco, también se verificó que el acusado no tenía permiso para conducir, ya que la Justicia le había inhabilitado la licencia por seis meses desde fines de mayo.
También, la Policía realizó una requisa en una casa del barrio Castelli, sobre la calle Código 2.968, donde se secuestró un pendrive, un chip telefónico y dos celulares.
La «pornovenganza» es la difusión no consentida de imágenes o videos íntimos en redes sociales, servicios de mensajería instantánea y cualquier tipo de medio social donde se comparte información, y el Código Penal considera este delito como un tipo de extorsión, con sus correspondientes agravantes.
La Justicia recomienda a las víctimas de este tipo de hechos buscar asesoramiento legal y «guardar todas las pruebas: chats, correos electrónicos, capturas de pantalla y cualquier tipo de contenido que aporte información a los peritos informáticos para presentarlas en una fiscalía», ya que «muchas veces, los casos de pornovenganza pueden terminar en sextorsión».
Asimismo, desde el Ministerio de Justicia de la Nación recomiendan a las víctimas «pedir que bajen el video o fotos de cada uno de los sitios donde se publicó», explicando que «el artículo 16 de la ley 25.326 de Protección de Datos Personales establece que deben darlo
de baja dentro de los 5 días hábiles a partir de la denuncia».

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