El gobierno brasileño federal resolvió el jueves por la noche restringir la entrada al país de extranjeros de todas las nacionalidades por la crisis del coronavirus , una medida que comenzará a aplicarse a partir del próximo lunes.
La medida, que prohíbe los vuelos internacionales, comienza a aplicarse desde el lunes y se extiende por 30 días. Quedan exceptuados los ciudadanos brasileños, inmigrantes con residencia, miembros de organizaciones internacionales y familiares de brasileños.
Los transportes de carga internacionales también seguirán operando normalmente.
La semana pasada habían quedado cerradas todas las fronteras terrestres de Brasil y se había cancelado la entrada de extranjeros de diversos países de Europa, Asia y Oceanía. Ahora, la restricción se amplió también a otros países que no constaban en ninguna de las listas anteriores, como Estados Unidos.
La norma fue firmada por los ministros de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro; Infraestructura, Tarcisio Gomes; y Salud, Luiz Henrique Mandetta.
“Como hubo una diseminación por varios otros países, entendemos que es para bien tomar esta iniciativa” , dijo Moro, más conocido en el extranjero como el juez que llevó adelante la operación Lava Jato.