viernes, 29 marzo, 2024

Los demócratas dan el primer paso para un eventual juicio político a Donald Trump

Lo que no logró el Rusiagate sí lo hizo Ucrania. La oposición demócrata abrió este martes un procedimiento de juicio político contra Donald Trump, con la sospecha de que buscó la ayuda de ese país para perjudicar al favorito para enfrentarlo en las elecciones de 2020.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció la creación de una comisión para el impeachment y confirmó así los crecientes rumores que planearon durante horas sobre una medida que muchos dirigentes demócratas pedían a gritos desde hacía meses por otros escándalos.

“Hoy anuncio que la Cámara de Representantes inicia de manera oficial una investigación de juicio político”, declaró Pelosi en una presentación a la prensa, después de reunirse con legisladores demócratas de la Cámara de Representantes.

“El presidente debe rendir cuentas; nadie está por encima de la ley”, agregó Pelosi, y aseguró que las acciones de Trump fueron una “traición a su juramento del cargo, a la seguridad nacional y a la integridad de las elecciones”.

Pelosi intentó durante meses evitar la investigación, pero esta semana su postura se volvió insostenible cuando más legisladores se sumaron al clamor de la destitución por abuso del cargo.

El dique de contención que estableció la líder demócrata se rompió con las denuncias formales y las investigaciones de medios estadounidenses de que Trump habría presionado al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para investigar a Joe Biden y a su hijo Hunter, que tenía intereses empresariales en ese país.

Los demócratas sospechan que Trump presionó a Zelenski utilizando la ayuda militar que Washington le presta a Ucrania como moneda de cambio, lo que sería un grave abuso de poder, ya que el presidente de Estados Unidos habría utilizado sus funciones presidenciales en beneficio personal.

Trump y su equipo critican constantemente a los Biden, a quienes tachan de “corruptos”, y el presunto pedido a Zelenski se vincula con la actividad empresarial de Hunter, que trabajó para un grupo gasífero ucraniano desde 2014, cuando su padre era vicepresidente de Estados Unidos.

Biden se sumó este martes al cada vez mayor número de demócratas que pedían comenzar un proceso de destitución y dijo que “los últimos abusos cometidos por Trump superan todos los abusos anteriores”. También los precandidatos más progresistas, con Elizabeth Warren a la cabeza, pero también Bernie Sanders o Kamala Harris, pidieron el impeachment.

Por su parte, Trump buscó minimizar la llamada a Ucrania y el anuncio demócrata de ayer, que definió como “una continuación de la peor cacería de brujas en la historia política” de Estados Unidos. “Muchos dicen que sería bueno para mí en las elecciones”, agregó. “No saben cómo detenerme”.

Trump, que resistió repetidos escándalos desde que asumió el cargo, en enero de 2017, sobre todo el Rusiagate, dijo que dio su autorización para que hoy se publique la transcripción “completa, totalmente desclasificada y sin redactar” de la llamada del 25 de julio. Aunque reconoció haber hablado sobre Biden y su hijo, negó que hubiera presiones.

Trump aseguró que la transcripción mostraría que la llamada fue “totalmente apropiada”, que no había presionado a Zelenski para que investigara a Biden y que no había habido un quid pro quo (intercambio) para la ayuda estadounidense a cambio de una investigación.

También confirmó que había retenido casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania, pero insistió en que no lo hizo por los Biden.

Aunque la apertura del proceso depende de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, sería el Senado, aún fiel a Trump, el encargado del juicio.

Pelosi rechazaba ceder al ala más progresista del partido, al señalar que activar el impeachment, muy impopular en las encuestas y del que Trump probablemente sería absuelto por el Senado, podría costar a los demócratas las elecciones de noviembre de 2020.

Pero el caso de Ucrania abrió varias fisuras. Por un lado, a los congresistas más progresistas no les preocupa desafiar a sus líderes. Por otro, varios moderados anunciaron en los últimos días que estaban abiertos al juicio político, siempre y cuando las acusaciones estén probadas. Más de 150 de los 235 demócratas de la Cámara Baja, compuesta por 435 parlamentarios, están a favor del proceso de destitución.

La controversia salió a la luz después de que un denunciante de las agencias de inteligencia de Estados Unidos presentó una denuncia ante un organismo de control interno sobre la conversación de Trump. El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, dijo que su panel se comunicó con un abogado del denunciante y que este quería testificar esta semana, un reclamo central de los demócratas.

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