Fidelina Alvarado siempre soñó que el descampado que tenía frente a su vivienda en el ingreso a Laprida se convirtiese en un espacio recreativo para los niños. No le alcanzó la vida para ver realidad su sueño, que ayer se cumplió cuando decenas de niños rieron y jugaron en el nuevo parque que inauguró la Municipalidad. Por eso el espacio lleva su nombre.