Raúl Toledo, es hijo de un recolector y pescador del Stella Maris que se gana la vida de lo que hacía antes su padre. Junta lombrices y las vende. Tiene los ejemplares más buscados por los pescadores, “las pinucas”. Celebra la oportunidad que le dieron ahora de tener su permiso de pesca artesanal y reclama la competencia desleal con otros “lombriceros” que recolectan y destruyen la costa del Faro San Jorge sin ningún tipo de permiso para hacerlo. Aspira a conseguir su monotributo y seguir viviendo de lo que sabe, rastrear lombrices que luego vende. También pulpea y recolecta almejas.