Fue una competencia muy reñida hasta el último programa. Finalmente, Gastón Salas le ganó en la final a Hernán Lambertucci, se consagró como el mejor pastelero amateur del país y ganó los 500 mil pesos que entregó Bake off.
En el último desafío, los finalistas debieron hacer una torta de tres pisos que los represente, tanto en su decoración como en su sabor.
Gastón eligió un bizcochuelo de café, una torta red velvet y un cupcake. La decoración evocó sus orígenes en Comodoro Rivadavia.
“¡Vamos la Patagonia! ¡Gracias! Estoy muy contento”, fueron las únicas palabras que salieron de la boca del participante, invadido por la emoción al recibir el premio.