Declarado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en su Resolución Nº 47/1993.
La humanidad necesita agua
El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, a la salud humana y al medio ambiente.
En la actualidad más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de su hogar, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.
Los problemas medioambientales, junto con el cambio climático, provocan las crisis asociadas a los recursos hídricos que ocurren en todo el mundo. Las inundaciones, sequías y la contaminación del agua se agravan con la degradación de la cubierta vegetal, los suelos, los ríos y los lagos.
Cuando descuidamos los ecosistemas, dificultamos el acceso a los recursos hídricos, imprescindibles para sobrevivir y prosperar.
PRÁCTICAS PARA UN USO RESPONSABLE DEL AGUA
-Ducharse en lugar de tomar baños de inmersión:
Requiere 4 veces menos de agua.
-Controlar pérdidas en canillas e inodoros.
-Aislar los depósitos y caños de agua caliente:
Controlar periódicamente estas aislaciones para que estén en buenas condiciones. Repararlas o cambiarlas si se deterioran.
-Incorporar aireadores y difusores en duchas y canillas:
Permiten el ahorro de agua.
-Sumar inodoros con depósitos de doble descarga.
-Mantener las canillas cerradas durante el cepillado de dientes.
-Enjabonar la vajilla antes de enjuagarla:
Reduce el consumo en 12 litros por minuto.
-Lavar el auto de forma consciente.
-Regar las plantas con agua de lluvia.